Los Orígenes, La Dehesa

En 2008 una pareja formada por una farmacéutica exitosa en el mundo de la farmacia, Pilar, y un abogado de un despacho español dedicado al mundo de los negocios, Ramón, encuentran en la comarcas de Calatayud y Daroca, provincia de Zaragoza, Comunidad de Aragón, en la llamada “España Vacía” por su baja población, un lugar donde invertir parte de su tiempo y gran parte de sus limitados recursos en un proyecto inicial compartido con otras dos parejas de amigos (Teresa, Marisa, José y Andrés). Juntos formaron la comunidad propietaria de la Dehesa, hoy una extensa finca de monte bajo, almendros, viñas, carrascales y pistacheros situada en las laderas del valle del río Jiloca, el cual fluye hacia el Ebro atravesando poblaciones singulares del viejo Reino de Aragón cargadas de historia y biodiversidad, aunque vacías de muchos de los habitantes que las poblaron hasta hace pocas décadas.

La Dehesa fue creciendo durante los años siguientes y, lo que en principio era un proyecto de tiempo libre en ambiente natural, sin contaminantes, aire limpio y cielos estrellados… evolucionó hacia la recuperación de los viejos almendrales, de las viñas de cepas viejas que allí quedaban, “Pago de la Boticaria”, “Valdespinar”, “San Ramón” y la renovación de otras como “Satoshi”, “Hoya del Moro”, Cruz del Caballero”

La evolución: PAGO DE LA BOTICARIA,
el sueño loco.

La Comunidad de la Dehesa mantiene esta actividad vitícola que va dando mejores frutos año tras año. Ramón y Pilar quisieron extender aún más su pasión vitivinícola y consagrarle buena parte de su actividad en esta etapa de sus vidas; se pusieron a desarrollar su “sueño loco”.

Tras la experiencia de la elaboración por Pilar, artesanalmente y a la antigua, del primer vino de garnacha de cepas viejas con un resultado sorprendentemente muy bueno, surgió el enamoramiento con ese increíble vino y esas tierras de viñas viejas, sanas y autorreguladas, ecológicas, que “mágicamente” lo producían con una intervención muy reducida. Pilar se consagró profesionalmente al mundo de la viña y del vino, realizó el MASTER VITENO en la Escuela Técnica Superior de Ingeniería Agronómica Alimentaria y de Biosistemas de Madrid, ETSIAAB , dirigido e impartido por especialistas en viticultura, enología y enotecnia de gran prestigio internacional como los profesores Lisarrague, Suarez Lepe, las profesoras Baeza y López Díaz y tantos otros extraordinarios maestros y compañeros.

En paralelo, Pilar y Ramón emprendieron su proyecto vitivinícola en solitario seleccionando más viñas viejas y plantando viñas nuevas donde hace años estuvieron plantadas otras y fueron arrancadas a causa de los malos enfoques del mercado y las infaustas subvenciones al arranque. También desarrollaron plantas, incluso el llamado clon “Boti”, a partir de injertos procedentes de las viejas viñas del terreno. Surgieron los proyectos de recuperación de la viña “de las Chicas”, de las viñas de “Banarros”, de las viñas de “Sicilia”, y el proyecto principal “la Falcona”. 

En estos proyectos el contacto con viejos agricultores de la comarca y antiguos bodegueros como la familia Langa de Calatayud supuso un apoyo enriquecedor para esta evolución hacia un proyecto propio y singular: PAGO DE LA BOTICARIA.

El futuro: La conclusión del Centro Vitivinícola, la comercialización de TRILO-VITES© y más…

El complejo vitivinícola de “La Falcona” debe ser, una vez concluido, un lugar de encuentro de investigadores y estudiosos de la viña y del vino y un elemento de impulso a la reactivación de una comarca de gran belleza paisajística y riqueza natural y patrimonio geológico e histórico. La rehabilitación de las dos Torres se concluirá en el primer trimestre de 2021 y permitirá el desarrollo de esas diversas actividades vitivinícolas. 

Está ya proyectada igualmente la rehabilitación de la nave que se pretende ejecutar en 2021 y 2022 para que albergue una bodega de producciones limitadas, determinadas por las producciones de las viñas propias a fin de elaborar estos vinos singulares que merecen seguir existiendo para deleite de quienes los beben. 

La completa digitalización del proceso para lograr la plena garantía de identidad de nuestros vinos, está en el ADN de nuestro proyecto. 

La consolidación de otro magnífico vino de garnachas, estas blancas, VIÑA SATOSHI elaborado igualmente con procedimientos naturales que dan un blanco “diferente” es otro de los proyectos en marcha.

Continuar amando y respetando a la Naturaleza, fomentando la biodiversidad animal y vegetal es nuestra guía, las plagas y los daños a la salud solo se producen cuando intervenimos agresivamente.

Aunque en todos estos años hemos seguido procesos agrícolas sostenibles, sin usar pesticidas, ni herbicidas, o abonos químicos, nunca nos habíamos preocupado por la burocracia para acreditarlo hasta hace un par de años. Por ello, tras ser auditados por el Comité Aragonés de Agricultura Ecológica CAAE será la cosecha de 2021 la primera que ostentará el certificado “eco”. 

Nuestros amigos son la microbiota, la biodiversidad de plantas y animales, corzos, cabras hispánicas, jabalíes, perdices, aves rapaces y un largo etc a los que hemos visto florecer tras años de esfuerzos protegiéndolos en unión de nuestros amigos y comuneros de La Dehesa. Los apoyamos en los días duros del frío y de las sequías. La Dehesa se ha convertido en una pequeña reserva natural, sin ayudas públicas, solo con esfuerzo e ilusión. 

Nuestro principal activo son los amigos comuneros, los colaboradores, como Pilar Baeza y su equipo, José Ángel (alma de muchas de estas realidades, que creyó con firmeza en los “proyectos locos”, apoyándonos en horas restadas al descanso, siempre, de corazón), Eduardo (un joven agricultor), Fernando, con su experiencia, y las gentes maravillosas de estas comarcas de Aragón, de quienes solo hemos recibido apoyo y aliento. Merece la pena contribuir al esfuerzo del reto contra la despoblación de estas maravillosas comarcas que nos han ganado los corazones.

En el ciclo largo, confiamos en que alguno de nuestros descendientes o personas próximas, se sientan atraídas por estas actividades y encuentren en ellas una receta de la felicidad similar a la nuestra. 

Momentos felices, felicidad atrapada en instantes compartidos en las viñas o en la elaboración de los vinos y sintetizada dentro de un botella de vino. Esta ha sido y es nuestra visión y misión.